Los Productos Light ¿son Tan buenos como parecen?
Términos como light, ligero y reducido en calorías actualmente son muy utilizados por las empresas para crear una imagen de salud en sus productos. Pero, ¿hasta qué punto ayudan en la dieta y cómo funcionan? te lo decimos.
Light no es igual a bajo
contenido calórico
El termino light es usado para todo tipo de productos que tengan alguna reducción energética con respecto a su original, pero hay que tener cuidado, ya que esto no significa que contengan un aporte calórico bajo. Es decir, en alimentos altamente calóricos, el producto light, a pesar de ser reducido en calorías, de todas formas tiene un contenido calórico elevado. Por ejemplo, si una margarina aporta hasta 80 calorías por cucharada, una nueva versión que aporte 50 podría promocionarse como light y, sin embargo, no significa que sea baja en calorías, pues de igual forma, el abuso en su consumo podría ocasionar problemas de salud.
¿Hay beneficios al consumir productos light?
La reducción calórica ocurre al disminuir algún componente de un producto alimenticio, sobre todo grasas o azúcares, por lo que consumirlo con moderación podría resultar benéfico para la salud. Los productos reducidos en azúcares ayudan a controlar enfermedades como diabetes u obesidad, mientras que los reducidos en grasas pueden prevenir dislipidemias, que son las enfermedades asociadas al consumo de grasa. Debiendo quedar claro que el control de cualquier enfermedad se da por llevar un estilo de vida sano, que incluya una dieta adecuada y ejercicio.
Haz que tu dieta funcione
Aunque el término dieta siempre ha sido asociado a un estilo de alimentación restrictivo en el que la gente debe dejar de comer, hacerlo en porciones limitadas, o privarse de ciertos alimentos agradables al paladar, la verdad es que esto sólo ocasiona un desgaste excesivo en el cuerpo y una sensación de aletargamiento por la baja de energía. De ahí que una dieta correcta sea aquella que permita comer suficiente, pero alimentos saludables, según las necesidades individuales. Sólo así funcionará realmente.
Tips para alimentarse bien
Para hacer una buena alimentación, empezaré por recomendar consumir varias comidas al día, de tres a cinco tiempos, después incluir alimentos de cada grupo en cada una de ellas. Para ejemplificarlo sencillamente, tomemos el caso de nuestro país, donde los alimentos se dividen en tres grupos básicos:
1 Cereales. Su principal función es proporcionar energía al organismo, y se encuentran en alimentos como el pan, la tortilla, avena, amaranto, pastas, cereales de caja, etc.
2 Leguminosas y productos de origen animal Se caracterizan por aportar proteínas de calidad, necesarias para el mantenimiento de los tejidos del organismo. Su función es básicamente estructural y sirven para mantener al cuerpo saludable. Por ejemplo: frijoles, lentejas, carne, huevos, leche, etc.
3 Frutas y verduras. Aportan un poco de energía, siendo lo más destacable la cantidad de vitaminas, minerales y fibra que proporcionan al organismo, necesarios para aprovechar el resto de los nutrimentos y mantener la salud.
El siguiente paso es consumir, en su mayoría, alimentos frescos y naturales. Y por ultimo, apoyarse en el uso de productos industrializados para simplificar y dar sabor a los platillos.
Necesidades nutricionales
Las necesidades nutricionales son la base para la elaboración de una dieta adecuada, según los requerimientos de una persona de acuerdo a su sexo, edad, peso, actividad física y estilo de vida.
Por ello, si quieres que tu alimentación sea la correcta, tienes que adaptarla a lo que necesitas. Por ejemplo: un hombre de 30 años que pesa 85kg, mide 1.80m, trabaja en una oficina, hace deporte cinco veces por semana y quiere mantenerse saludable y mejorar su rendimiento cada que asiste al gimnasio, necesita una alimentación diferente a la de un tipo sedentario cuya única distracción es ver qué hay de nuevo en la televisión.
Asimismo, antes de planear una dieta es necesario conocer las condiciones generales de salud de cada persona. Siguiendo con el ejemplo, se deben de considerar las metas y necesidades, como pensar que se lleva un estilo de vida bastante activo y no hay posibilidad de darse el lujo de estar cansado; además de observar las expectativas: mejorar el rendimiento para ser más productivo en el trabajo y el deporte.
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