¿Quieres conservar el aspecto juvenil de tu rostro sin someterte a una cirugía plástica?
Los rellenos dérmicos y demás técnicas de rejuvenecimiento no invasivos son procedimientos que no son exclusivos para las mujeres. Son para todas las personas que quieran conservar su piel en buenas condiciones, mantener un aspecto atractivo y juvenil y, especialmente, una saludable autoestima. Son la manera de proyectar una buena imagen, porque tu cara es tu carta de presentación ante
los demás.
Una gran alternativa
Ante la exigencia actual de lucir una buena imagnen, cada vez son más las personas que buscan un cambio en su rostro o en alguna parte de su cuerpo, prefiriendo procedimientos rápidos e indoloros como la toxina botulínica, la luz intensa pulsada y los rellenos dérmicos como el ácido hialurónico, en vez de los invasivos, que forzosamente requieren bisturí.
Y es que los tratamientos no invasivos no demandan preparación previa, su aplicación es relativamente sencilla, no requieren de hospitalización ni tiempo de recuperación, son exitosos y son además accesibles económicamente. Aunque, a diferencia de una cirugía, sus efectos sólo duran algunos meses o años.
Un poco de historia
De acuerdo con el Dr. Ángel Carranza, director del Centro Integral de Cirugía Estética y Reconstructiva (CICER), los intentos por hacer cambios no invasivos ya tienen más de 25 años en la cirugía plástica. Y agrega: “Los peelings fueron algunos de los precursores de ello; aunque inicialmente eran muy agresivos y quemaban toda la cara (se hacían con resorcina), después se hicieron con ácidos más suaves como tricloracéticos, alfahidroxiácidos, glicólicos, con buenos resultados. Todos estos procedimientos se han ido sumado a otra serie de productos y tratamientos que si bien no son nuevos, -como la toxina botuínica que tiene más de 15 años en el mercado- sí es muy novedosa su integración”.
Múltiples ventajas
“Una de las principales cuestiones que tienen los tratamientos no invasivos es que son seguros. Son además predecibles y se pueden aplicar prácticamente en todo tipo de pacientes, ya sean hombres, mujeres o gente joven. También son accesibles a la mayor parte de los bolsillos, y a diferencia de una cirugía invasiva, casi no producen dolor al aplicarlos. Por si fuera poco, no requieren hospitalización, se aplican
en su mayoría en el consultorio y no requieren de una recuperación”, enfatizó
el Dr. Carranza.
Los tres fantásticos
El Dr. Carranza agrega que a pesar de que existe una diversidad de tratamientos no invasivos, tres son totalmente compatibles entre sí y en muchas ocasiones sinérgicos, por lo que al aplicarlos en un mismo paciente sus efectos se potencializan, aumentando el éxito de los resultados. Éstos son la Toxina Botulínica (como el Botox), los rellenos dérmicos (como Surgiderm) y la luz intensa pulsada (IPL).
Toxina botulínica
De todos los procedimientos no invasivos la toxina botulínica tipo A es la que más fácilmente se adapta a los requerimientos personales. Es mucho más fácil que una persona llegue y note un cambio importante en su fisonomía completa con su aplicación, sobre todo a nivel del tercio superior y medio de la cara. Se aplica mediante pequeños piquetes, principalmente en las “patas de gallo”, entrecejo, cuello y frente, y es muy útil para atenuar las líneas de expresión. Proporciona a la cara frescura, vitalidad y luminosidad, sin modificar la expresión natural del rostro.
El Botox ha demostrado ser un producto seguro y eficaz para desvanecer las líneas que deja en el rostro el paso del tiempo.
Rellenos dérmicos
A pesar de que en México no existen todos los rellenos dérmicos que existen a nivel mundial, existen los más importantes, sobre todo el ácido hialurónico de nueva generación, con la ventaja de que una vez aplicado dura más que los anteriores, además de que por ser versátil se pueden aplicar simultáneamente en varias zonas de la cara. Se usan para dar volumen en áreas como labios y pómulos, o rellenar surcos de expresión formados con el paso de los años, como el entrecejo y arrugas nasolabiales (de las alas nasales a las comisuras bucales), entre otros; o arrugas en los labios, características de los grandes fumadores.
Uno de los productos más utilizados
por los dermatólogos y cirujanos plásticos
es Surgiderm, un ácido hialurónico de origen no animal y parecido al ácido
natural que se encuentra en el cuerpo humano, por lo que su aplicación puede realizarse con toda confianza y sin ningún riesgo de rechazo.
Fototerapias
La gama de las fototerapias se utiliza para estimular las fibras profundas de colágeno para rejuvenecer la piel, así como para quitar manchas de la cara y cicatrices cutáneas. Incluye los dos tratamientos a base de láser: los de aplicación continua y los fraccionados; así como la luz intensa pulsada.
La Luz Intensa Pulsada
(IPL) Consiste en la descarga de “flashes” de luz con alto contenido energético, los cuales producen el desprendimiento de la epidermis a nivel microscópico, sin molestias ni inflamación, con lo cual la piel se regenera, produciendo más fibra colágena y aumentando su contenido de agua. El resultado final es una piel más turgente o elevada, con una apariencia más joven, libre de manchas e imperfecciones. Cada sesión dura aproximadamente 25 minutos, mismas que se deben repetir en promedio cinco ocasiones, en un espacio de tres a cuatro semanas entre cada una.
Tu derecho a estar bien
Ahora menos que nunca debes resignarte a los deterioros de la edad. En manos de un especialista certificado, los tratamientos estéticos no invasivos son una poderosa herramienta que viene en tu ayuda para que puedas ejercer, plenamente, ese derecho vital que es verte y sentirte bien.
