Vuelve a ponerte en forma durmiendo bien, Aquí te decimos cómo

“Me levanto por la mañana sintiéndome débil, estoy dando vueltas en la cama toda la noche, y bueno, no puedo dormir”. Éstas son palabras muy sabias, y por si no las reconoces, parte de un verso de una popular canción de 1964, en la voz de Elvis Presley, llamada “Tengo que saber”. Pero, ¿quién diría que una canción sería tan representativa de un mal tan difundido en la actualidad?

Claro que en términos musicales, el rey debió haber estado hablando sobre su vida amorosa y la confusión que puede provocar una mujer en la mente de un hombre, quitándole el sueño; mientras que en la realidad, el hombre común y corriente no puede dormir por razones mucho más complejas, que no necesariamente tienen que ver con una mujer.

Como lo demostró la Fundación Nacional del Sueño (conocida por sus siglas en inglés NSF), que a través de una encuesta en el 2008 sobre los hábitos de sueño, indicó que el hombre común y corriente trabaja casi 9 horas y media, tiene que trasladarse de ida y vuelta al trabajo en aproximadamente 47 minutos todos los días, y para empeorar las cosas, se lleva pendientes a casa.

Los Mejores Regalos

Y es que el público que respondió a esta encuesta, afirma que trabaja unas 5 horas extra cada semana, mientras el 20% trabaja 10 horas extra o más por semana haciendo su trabajo en su hogar. Así que con tanto trabajo, ¿quién tiene tiempo para dormir?

Vamos a examinar un día común y corriente: al terminar el trabajo extra es posible que quieras revisar tu correo electrónico y hasta tu agenda electrónica o teléfono inteligente, para asegurarte de que todo está listo para mañana. Y si eres como la mayoría de las personas, quizás quieras un poco de tiempo para relajarte. Si para entonces tu mujer todavía está despierta, posiblemente desees sentarte y disfrutar unos cuantos momentos a su lado, cenando ya muy tarde. Pero en caso de que ella ya esté dormida, quizás prefieras comer solo y ponerte al tanto de los acontecimientos o de los resultados del fútbol. Así que para cuando llegue el momento de que estés listo y dispuesto para irte a la cama, inevitablemente serás víctima de la ley de Murphy: “Si hay algo que puede salir mal, saldrá mal y lo hará en el peor momento”.

Resulta que tienes que permanecer despierto hasta las 2 ó 3 de la mañana, arreglando la taza del baño o cualquier otra descompostura, que desearías no tener que arreglar justo en ese momento. Por lo que el plan que al principio contemplaba poder dormirte a las 11 de la noche, se ha ido por el escusado y ahora solamente te quedan 3 horas para pegar el ojo antes de que comience el día siguiente. Un problema que, de repetirse esto todo el tiempo, te arriesga a aumentar de peso, padecer diabetes, trastornar tu corazón, llevarte a la depresión, y en el peor de los casos, tender al abuso de sustancias.

Y es que cuando dormir bien no es una de tus máximas prioridades, esto afecta enormemente lo que ocurre en tu día, lo cual por cierto no es ningún secreto. Un trabajador ordinario invierte apenas 6 horas y 55 minutos en la cama, lo que se traduce en apenas 6 horas y 40 minutos durmiendo, y que explica por qué la cultura occidental tiende tanto al uso de bebidas que contienen cafeína, como es el caso del café y del té.

Así lo muestra un estudio realizado en la Universidad John Hopkins, en el que se calcula que entre el 80 y 90% de los adultos, y niños, consumen cafeína habitualmente. Y no olvidemos que la falta de sueño puede convertirte en un trabajador distraído, olvidadizo, en fin, en un desastre. Además, la NSF dice que cuando no duermes bien, corres un mayor riesgo de sufrir un accidente automovilístico, y tanto tu capacidad para poner atención, como tu retentiva para captar nueva información, decaen significativamente.

Ahora, de acuerdo con todos los datos disponibles hasta la fecha, y según lo establece la NSF, salvo rarísimas excepciones, las horas de sueño no dependen de la personalidad ni de la costumbre, a todas luces el cuerpo necesita invariablemente entre 7 y 9 horas de un sueño tranquilo y reparador todas las noches, ya que durante ese tiempo el organismo tiene oportunidad de reparar músculos, reforzar su sistema inmunitario para evitar enfermarse, y reiniciar el cerebro después de todo el esfuerzo y tensiones del día; en otras palabras, se necesita descansar bien en la cama para comenzar un nuevo día.

¿Quieres ayuda para salir de esta rutina?

Endulzantes naturales y orgánicos que debes de tener

No dejes de leer el recuadro “Resuelve los problemas de sueño”, que incluye varias sugerencias que puedes llevar a cabo para cambiar esta situación.

¿Y por qué eso debería ser tan importante?

Bueno, si no te importa convertirte en una especie de zombi en el trabajo, o en un adicto a la cafeína, entonces tal vez el propio Elvis Presley pueda explicártelo mejor: “Nueve más nueve, catorce, cuatro y cuatro, nueve. El reloj dice que son las 13 horas, y creo que me estoy volviendo loco. Sabes que se está poniendo peor”.