Si te gustan el chocolate y el vino, es hora de degustarlos juntos y agasajar a tu paladar
Al igual que con la comida, con el chocolate se deben tomar ciertos vinos. Para que el maridaje entre este delicioso dulce y este apreciado licor sea el adecuado, hay que emplear el sentido común, el equilibrio entre potencialidad y sutileza, y el balance de sabores entre ambos.
En otras palabras, así como
se analiza el vino, hay que analizar al chocolate desde la vista, el aroma, el sabor, la textura, el chasquido al romper la tableta, el brillo, proceso de elaboración, técnica correcta, calidad de las materias primas y cantidad de leche, cacao, azúcar y otros ingredientes o especias, y dependiendo
del resultado de la cata, acompañar con tinto o blanco.
Maridajes
He aquí una guía de acompañamiento entre chocolate y vino basada en potencialidad, sutileza y sabores, que te permitirá disfrutar al máximo de esta deliciosa combinación gastronómica.
Chocolate con leche y un porcentaje alto o medianamente alto de azúcar
Conviene tomarlos con un vino blanco, con maloláctica, ya que su acidez y temperatura permiten balancear el azúcar. Sin olvidar que la fruta y los decorados de confitería también la contienen. En este caso el maridaje es de contraste, aunque exista armonización a través de la maloláctica. Pueden ir con vinos de mesa, merlot, suavignon blanc y riesling.
Chocolates con frutas
secas y azúcar
Chardonnay con barrica, especialmente francesa, será un buen acompañante, ya que algunos de los aromas terciarios de la crianza tienen recordación sobre almendras, nueces, etc.
Chocolates con un porcentaje mayor de leche, azúcar, crema y un elemento más que puede ser el cardamomo, cuyos sabores destacables son los amargos
Por potencialidad pueden ir muy bien con tintos. Por una parte, en el enlace con las características típicas de las uvas, como la carmenere o los tonos especiados de la shiraz, de la cabernet sauvignon y, desde luego, con crianza, que, dependiendo del tiempo en barrica, el origen y el tostado de la misma, puede recordar a los sabores a chocolate, cacao, tabaco, café, higo, etc.
Chocolates con 54% a 70% de cacao, con adición de pimiento o te chai, o ingredientes semejantes
Siendo necesario recordar que suelen ser de textura suave y excelente palatibilidad, además de aromáticos, son ideales tomarlos con vinos potentes y los coupages (o ensamblajes) de uvas como cabernet, merlot, shiraz, etc.
Chocolates amargos
Tienen una sintonía gustativa maravillosa con vinos especiales encabezados o fortificados, como el oporto.
Chocolates con más cacao, agridulces y semidulces
Son ideales vinos como el coñac, syrah, zinfandel y armagnac.
Chocolates negros
Van muy bien con crianza o reservas de pinot noir o cabernet suavignon.
La calidad de un buen chocolate se puede reconocer verificando su porcentaje indicado de cacao, el cual debe de ser de entre 45 y 70%. Al combinarse con el vino, generalmente ocurre que los sabores fuertes se atraen, produciendo cierto equilibrio. Una forma de apreciar un buen maridaje es tomar el vino a sorbos, dejándolo en la boca para notar su complejidad y sabores. Muerde después un poco del chocolate y déjalo en la lengua, para que cuando comience a derretirse, bebas el vino otra vez en pequeños sorbos. Entonces te dará la combinación de sabores.
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