Combate a los ronquidos con estos útiles consejos
Combate a los ronquidos
Roncar puede dejarte sin oxígeno de 10 segundos hasta 2 minutos cada 300, 400 ó 500 respiraciones por noche, debilitando al organismo y causando daños en los sistemas cardíaco y circulatorio, provocando desde dolores de cabeza o migrañas matutinas, estrés, hipertensión arterial, bajo rendimiento laboral, trastornos en las funciones sexuales, paros cardíacos y hasta asfixia mortal.
Entre las opciones para evitarlo están: usar una férula anti-ronquido (abre espacio en la faringe para que el aire pase durante el sueño), colocar una mascarilla respiratoria especial, adelgazar (la obesidad propicia la obstrucción respiratoria), beber poco alcohol (éste hace que el paladar suave caiga, impidiendo que el aire fluya), dejar de fumar (la nicotina causa mucosidad, lo que dificulta la respiración) y regularizar el ritmo de vida.
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En opinión del doctor Michael Yurscheshen, que labora en el Centro de Desórdenes del Sueño, Hospital Strong Memorial, dentro del centro médico de la Universidad de Rochester, cuando duermes menos de lo recomendable se produce irritabilidad, dificultades de control, afectación de las funciones inmunitarias, tendencia al aumento de peso y lentitud cognoscitiva, entre otros problemas, y aunque naturalmente ninguno de ellos se traduce en menor productividad, sí podría provocar insomnio. Lo que es más, en un estudio publicado en la revista Sueño, las estadísticas indican que entre 25 y 30 millones de estadounidenses sufren de insomnio crónico. Según la firma Marketdata Enterprises, de Tampa, en Florida, esto significa que en un futuro no muy distante, la demanda de medicamentos contra el insomnio se incrementará hasta en un 78% para el 2012 (lo que representa un gasto impresionante de 3’900 millones de dólares).
Por: Chris Cander
Dos pasos para dormir mejor
Ian Birky, psicólogo deportivo, te presenta 2 recomendaciones eficaces para asegurarte de que realmente duermas durante la noche.
1. “Justo antes de irte a acostar para dormir una noche, usa el trance hipnótico natural que te sirva de guía. Simplemente imagínate cómo te estás vistiendo para el ejercicio, con el cuerpo relajado, una ligera sonrisa y un toque de expectativa. Después, formula en silencio un compromiso verbal para que esa escena se cumpla al día siguiente. Al despertar, inmediatamente retoma esa imagen y hazte la promesa de ir al gimnasio ese día, verbalmente y también en tu mente. Y después date la oportunidad de seguir al pie de la letra ese plan”.
2. Otra parte del ritual matutino y vespertino podría ser concentrarte en las metas y beneficios tangibles que se pueden lograr tras cada sesión de ejercicios. El doctor en Ciencias John Raglin sugiere: “Valora todo lo bueno que sacas de todas -o casi todas- las sesiones de ejercicio: menos estrés, la sensación de logro, mayor destreza para los deportes, en fin, lo que sea”.
